Un cachorro bueno, feliz y sociable es un cachorro ideal; sin embargo, como todo en la vida, uno cosecha lo que siembra. Por eso, es fundamental empezar temprano su educación.
Los cachorros aprenden con gran rapidez, por ello es muy importante que aprendan la forma adecuada de comportarse lo antes posible. No obstante, ningún cachorro puede aprender sin que se le enseñe, así que comportarse bien desde el primer día depende de ti.
Prémiele cuando se porte bien.
Los perros de todas las edades responden de forma muy positiva ante las recompensas, como alimentos, elogios o una combinación de ambos. Siempre que encuentres a tu cachorro haciendo algo bien de forma espontánea, recompénsale para incentivar el buen comportamiento en el futuro. El momento de la recompensa es muy importante, debe darse de dos a tres segundos tras el buen comportamiento, o su cachorro asociará la recompensa con otra conducta y no con la que querías recompensar y estimular.
Impide e ignora comportamientos indeseados.
Los perros jóvenes suelen mordisquear objetos, es parte de su conducta exploratoria. Los objetos de su interés suelen ser almohadas, zapatos o las esquinas de armarios de madera y otros muebles. Hay que enseñar al cachorro qué puede hacer y qué no. Debe existir una distinción clara entre las cosas que puede mordisquear y las que no. Los juguetes que se le dan para jugar y morder deben estar claramente diferenciados de las cosas que no debe mordisquear. Por ejemplo, no le des unos zapatos viejos para que juegue.
Además, la casa debe estar a prueba de cachorros, es decir, no tener cerca de los perritos objetos que no se les permita morder, especialmente al quedarse solos.
Algunos cachorros roban objetos y los mordisquean para hacerse notar. En este caso, limite el acceso del animal a objetos de valor. En ocasiones, tan vez convenga encerrar al cachorro en su ausencia. Después recompénsale las conductas tranquilas y hágale entender que es más fácil atraer su atención si muerde los objetos apropiados. Su cachorro no nace sabiendo que morder sus nuevos zapatos es una conducta mala y no deseada, pero aprenderá rápidamente que recibe mucha atención en cuanto comienza a morderlos.
Interrúmpele cuando haga falta.
Algunos tipos de conducta pueden ser tan malos o potencialmente peligrosos que ignorar al cachorro no es suficiente. En estos casos deberá interrumpir tal comportamiento con la palabra “no”.
No se trata de gritar a su cachorro ni de reñirle, puesto que él no sabe que está mal hecho. Simplemente haga un sonido que interrumpa la conducta, atraiga la atención del cachorro y prémiele cuando pare y le preste atención.
¿Quién es el que manda?
Crearás un vínculo más cercano y fuerte con su cachorro si establece rápidamente unas reglas de conducta básicas centradas en estos aspectos principales
- Alimentación.
- Dormir.
- Juegos
- Llamar la atención.
Se trata de los aspectos fundamentales a la hora de determinar el estatus de un perro dentro de su manada. Su cachorro debe entender que usted y todos los miembros de su familia están por encima de él en la jerarquía, de lo contrario habrá conflictos.
Los siguientes consejos pueden ser de utilidad:
- No comparta comida con su cachorro. El líder de la manada siempre debe comer primero.
- Como el perro más importante de la manada ocupas el mejor lugar para dormir, prohíbe al cachorro dormir en las camas de la familia. También resulta útil designar ciertas zonas de la casa como zonas “libres de perros”. Al impedir que su perro duerma donde quiera, estarás enseñándole quien es el que manda.
- Todos los cachorros necesitan cosas con que jugar, pero guárdate un par de juguetes extra de reserva. Serán juguetes que tú controlarás. Sácalos y juegue con él un par de veces cada día, al terminar de jugar, retira los juguetes especiales y guárdalos fuera del alcance de su cachorro.
- A los perritos les encanta que se les preste atención y harán de todo para que te fijes en ellos. Por muy duro que suene, es bueno acostumbrarse a no hacerle caso al cachorro durante ciertos periodos al día. Es decir, durante 20 o 30 minutos, haga como si no estuviera el perro. Comienza a practicar el ignorar a su cachorro después de pasear un rato fuera de casa. Es una forma excelente de enseñarle que su atención es tan importante que solo tú la controlas.
Recuerde que todos los cachorros son diferentes y que las normas podrán flexibilizarse a medida que su cachorro madure y comprenda quien es el que manda. Si tu cachorro es muy osado y seguro de sí mismo, conviene dejar de hacerle caso más frecuentemente. Si, por el contrario, su cachorro es muy sumiso, no tendrá que ser tan estricto. Entre los seis y los nueve meses de edad, al acercarse a la adolescencia, tal vez deba volver a ser más estricto para reafirmar su autoridad.
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