Adiestramiento. Premios y castigos.

Los perros necesitan que se les estimule constantemente cuando se los está adiestrando. Las golosinas, los juguetes, el contacto físico y las alabanzas verbales son premios muy eficaces. Al perro no se le debe castigar físicamente; justo después de cometer un error es mejor aislarlo unos minutos o dar una orden verbal.

Diferentes premios:

• Golosinas: Sostenga una golosina sobre el hocico para llamar su atención. Funcionará mejor cuando tiene hambre.
• Contacto reconfortante: Las recompensas físicas son importantes. Felicite al perro acariciándole el tronco.
• Juguetes: Como incentivo, muéstrele su juguete favorito. Pronto descubrirá el que le gusta más.

Cada perro tiene sus preferencias personales sobre golosinas y juguetes. Observe el comportamiento de su perro, averigüe que es lo que le gusta más y después déselo como premios solo cuando se porte bien. La comida sirve para la mayoría de perros, pero otros pueden preferir los juguetes. En las sesiones de adiestramiento, guarde los premios en una bolsa para sacarlos cuando convenga.

Clases de castigos:

• Aislamiento: Si el perro desobedece, aíslelo de la actividad familiar. Es un castigo adecuado, porque la mayoría de los perros aprecian la compañía humana. Este aislamiento solo debe durar unos minutos, y debe ser seguido inmediatamente por un reposo.
• Palabras duras: Una orden verbal, unida al inesperado y desagradable aunque inofensivo chorro de una pistola de agua es un modo eficaz de reñir al perro si desobedece.

Errores comunes:

• Premios inadecuados: Palmear al perro en la cabeza es un gesto de dominio, y nunca debe usarse como premio. En su lugar, acaricie los flancos.
• Demasiados juguetes: Si un perro tiene demasiados juguetes, creerá que puede roerlo todo. Permítale tener un máximo de tres, y diferentes a los objetos del hogar.
• Premios inesperados: Evita las situaciones en las que el perro reciba recompensas inesperadas como hurgar en el cubo de la basura.