" Me robaste a mi perro y me robaste la vida"

La Sra.Crowhurst pasó algún tiempo en el hospital, durante su estancia un centro de rescate de animales se hizo cargo de su mascota, pero al recibir el alta médica la anciana no recuperó a su mascota, lo que le llevó a quitarse la vida.

 
Joan Mary Crowhurst, un a mujer inglesa de 87 años de edad fue hallada muerta en el suelo del salón de su casa víctima de una sobredosis. En la repisa de la chimenea una nota daba la clave del misterio de su suicidio "Me robaste a mi perro, me robaste la vida".
Al parecer la Sra.Crowhurst sufrió un desmayo en el pasado mes de junio, por lo que fue hospitalizada. Durante el tiempo que estuvo ingresada, su perro fue acogido por el centro de rescate de animales del que provenía.
La anciana y su dálmata Gemma vivían juntas desde hace seis años, cuando Joan Mary la adoptó en el centro de rescate de animales cerca de su casa en  Wippingham, en la Isla de Wight.
Cuando salió del hospital y regresó a su casa no hubo manera de recuperar a su mascota. Sue Hemmings, directora del centro recibió muchas llamadas de la Sra.Crowhurst que le crearon bastantes dudas, en ocasiones la anciana reclamaba su mascota, pero en otras decía que no se podía hacer cargo de ella y que ya no quería a su perra. Estas llamadas crearon la hipótesis de una posible demencia de la dueña del dálmata, por este motivo el centro se negó a devolverle su mascota.
Finalmente la anciana, cuyo perro dominaba sus pensamientos, terminó por quitarse la vida. Su hijo Kevin se lamentaba alegándo que su madre no hubiera muerto si le hubieran devuelto su perra.


Un animal debe ser quien te complemente la vida, pero nunca se deberia llegar a estos extremos.

Fuente: www.telecinco.es

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